The Basic Principles Of metamodelo

una gran empatía interpersonal (rol inverso), o verbalizar sin interrupciones un miedo (soliloquio), o dramatizar un incidente en individual (rol representado). El trabajador social puede utilizar igualmente técnicas que proporcionen a los miembros del grupo o familia herramientas cognitivas para analizar sus patrones de relación y de comunicación. En la familia se pueden utilizar particularmente los genogramas y los ecomapas. Grabaciones de vídeo o de audio permiten a los miembros escucharse y verse en acción, ofreciendo al trabajador social la oportunidad de parar la acción y rebobinar las transacciones. Entre las sesiones, las tareas o misiones a llevar a cabo pueden ser usadas como actividades compartidas o de monitorización del comportamiento, para ayudar a la mejora de los patrones de comunicación y de relación. three.two.three.three. La fase closing del proceso de intervención: separación y evaluación La finalización de la realización del trabajo conjunto determina toda una serie de tareas a llevar a cabo tanto para el cliente como para el trabajador social. Las tareas incluyen tratar con los sentimientos provocados por el final de un proceso, repasar los objetivos que se han cubierto y qué cuestiones o aspectos quedan todavía por realizar y cumplimentar; planificar el futuro, incluidas la derivación a otros trabajadores sociales o a otros servicios; y evaluar el servicio que se ha prestado. Al igual que ocurre en la fase inicial y en la de desarrollo, la fase remaining requiere por parte del trabajador social sensibilidad, conocimientos, una planificación cuidadosa y toda una serie de habilidades.

«buscador» que recorriendo el camino (y estando en ello) es conocedor de y ofrece las herramientas necesarias para recuperar el equilibrio. En este sentido, el humanismo rompe con la distancia entre paciente y terapeuta. El terapeuta, el profesional que interviene, se convierte para el humanismo en una persona que se sitúa al mismo nivel que el cliente, no es el profesional que se sitúa por encima del paciente en base a sus conocimientos, como ocurre con el psicoanálisis.

La crisis es consecuencia inmediata de la confirmación de un riesgo. Según Giddens, lo rutinario es lo predecible, mientras que el riesgo instaura lo impredecible en la conducta cotidiana de los individuos. De esta manera la seguridad ontológica, la confianza, que tradicionalmente necesitan los individuos para vivir, para construir su identidad, para planificar su vida, queda desprovista de significado en la sociedad del riesgo, puesto que todo lo que antes era inconceivable ahora deviene possible con la generalización del riesgo. Y esta generalización del riesgo generaliza a su vez el padecimiento o sufrimiento de disaster. La preocupación de Giddens se basa en cómo afrontar estos riesgos de tal forma que no generen en los individuos crisis de identidad y de personalidad que pongan en peligro el orden social. La preocupación de los profesionales sociales es como afrontar y ayudar a superar el padecimiento de las disaster producto de estos nuevos e impredecibles riesgos. Por ello el modelo de intervención en crisis es un modelo de especial relevancia para el Trabajo Social en una sociedad posmoderna como la que vivimos. Por tanto, la primera gran aportación de la intervención en disaster es ésta:

Esta es la principal aportación que O’Hagan efectúa al modelo de intervención en crisis para el Trabajo Social: la aplicación de la teoría de los sistemas en la comprensión de las situaciones de disaster.

Dicho modelo corresponde con una representación distinct y parcial que cada uno de nosotros hacemos de dicha realidad.

a) Los organismos sociales tienen roles limitados y fragmentados, por lo que encuentran dificultades para tratar globalmente los problemas de los clientes y la gama de problemas sociales que necesitan atención. b) La financiación de los organismos sociales restringe los recursos disponibles y controla negativamente aquellas soluciones que son contrarias a los intereses económicos. Por otro lado, el papel público y corporativo de los organismos sociales hace que se adopten dentro de los mismos puntos de vista colectivos en armonía con puntos de vista convencionales de la sociedad. c) La organización jerárquica y burocrática de los organismos sociales tiende a reforzar la cautela y el acatamiento de normas y convencionalismos. d) La representación en los comités de dirección y en los órganos públicos responsables de las normas que rigen los organismos sociales suele estar constituida por gente que encarna o acepta el sistema vigente y no por clientes sociales o representantes de comunidades necesitadas u oprimidas. e) El profesionalismo del Trabajo Social hace que los trabajadores sociales sean gratificados por la sociedad con estatus, altos ingresos y otras ventajas del cargo, animándoles de esta forma a aceptar el statu quo y a rechazar cualquier análisis crítico de los problemas que tienen en sus manos (Ryant, 1969, citado en Payne, 1996: 260). Dentro del Trabajo Social crítico-radical siguen siendo importantes para la intervención los valores de equidad y justicia, el respeto por el cliente, el apoyo para la solución de sus problemas dentro de los grupos sociales y procesos políticos en los que éste se encuentra.

Según los autores, estos sistemas pueden ser insuficientes por diferentes motivos: a) El sistema de recursos necesarios, o bien no existe, o bien no hace llegar a las personas necesitadas la ayuda adecuada. b) Las personas desconocen la existencia de dichos sistemas o se inhiben a la hora de dirigirse a ellos. c) La política del sistema de recursos crea incluso nuevos problemas para las personas (por ejemplo dependencia, conflictos de intereses, etc.). d) Los sistemas pueden entrar en conflicto entre sí. A esto habría que añadir que en ocasiones uno de los sistemas no funciona de forma adecuada porque existen en él problemas internos que dificultan su funcionamiento. Una familia, una organización de miembros o un sistema social pueden verse en dificultades e impedidos por conflictos internos entre los diversos miembros que lo componen o por formas de actuar inadecuadas. Esto significa que los mecanismos internos en estos sistemas, cuya tarea fundamental sería la de ayudar a las personas a cumplir con sus tareas vitales o de vida y la realización de sus planes, sus Strategies y expectativas, no funcionan. El

Otra función importante de la labor del profesional es la de reestructurar el yo y el funcionamiento integral del cliente. El cliente ve en el profesional un yo genuino, auténtico, que le permite verse a sí mismo objetivamente y prepara el camino para aceptar en el yo todos los elementos que antes estaban confrontados. A través de la calidez emocional de la relación con el terapeuta, el cliente puede experimentar sentimientos de seguridad, que le permiten explorar y dar significado a su comportamiento. De esta forma, se va reorganizando en el cliente un yo que es conocido y aceptado por el profesional, lo que genera que el cliente, al sentirse aceptado, también se acepte a sí mismo y a sus aspectos positivos y negativos sin poseer sentimientos de culpa. 3.two.

El trabajador social gestor de casos debe desarrollar y mantener una relación de confianza con el cliente que le permita utilizar la empatía para promover la comunicación y entender las complejidades de la elección y puesta en marcha de diversas soluciones. b) Vincular a los clientes con los servicios necesitados. Vincular implica enviar o transferir los clientes a otros servicios que han sido definidos como parte importante en la planificación del servicio. Bajo esta perspectiva la gestión de casos es un modelo de intervención para la solución de problemas «que here garantiza la continuidad del servicio y supera la rigidez de los sistemas, la fragmentación de los servicios, la infrautilización de ciertos recursos y la inaccesibilidad de los mismos» (Greene, 1992: 20). Es decir, la derivación de los clientes a otros servicios no significa que el trabajador social se desentienda del cliente, sino que facilita su vinculación a aquellos servicios cuya actuación es decisiva para la solución del problema y que ha sido fijada previamente en el plan de intervención. Esta vinculación con otros servicios permite que los clientes rentabilicen al máximo aquellos recursos de los que se dispone en su entorno, superando todas las barreras de accesibilidad que puedan existir. El trabajador social hace un seguimiento del cliente, no se desentiende de él, al contrario, le ayuda a incrementar su capacidad tanto interna como externa, de tal forma que la utilización prolongada de servicios no sea necesaria.

El principio básico en el que se sustenta el Metamodelo es “El mapa no es el Territorio”. Esta presuposición de la PNL nos viene a decir que el modelo que creamos del mundo que nos rodea, a través de nuestros sentidos y del lenguaje, no se corresponden con la realidad del mundo.

De aquí que el rol del terapeuta sea activo: no sea el de un oyente activo, sino un facilitador que participa en la conversación con la intención de crear un entorno nuevo, lleno de seguridad, donde el cliente pueda expresarse con plenitud y encontrarse con todo su potencial.

Para mayor dificultad, cada persona percibe la disaster de forma diferente. Además, las situaciones de crisis suelen requerir, por lo basic, una respuesta inmediata y consejo por parte de los profesionales dentro de un período corto de tiempo. Esta urgencia en la reacción puede provocar ansiedad y aparición de sentimientos de desamparo e impotencia entre los trabajadores sociales, incluso entre aquellos más experimentados. Tener un sólido conocimiento de los conceptos y principios de la teoría de disaster es importante para que los trabajadores sociales puedan hacer frente a los cambios que ocurren en el proceso de intervención en crisis y evitar resultados negativos e insatisfactorios.

La determinación clara y concisa de los objetivos y resultados a conseguir permite conocer hasta qué punto se han conseguido. Éste es un aspecto a tener en cuenta al closing del proceso, pero, además de ello, el trabajador social debe tener en cuenta una serie de cuestiones si quiere acabar el trabajo con éxito: — Debe de hacer una evaluación del proceso de cambio. — Debe de dar fin a las relaciones creadas durante el proceso. — Debe conseguir que el cambio conseguido permanezca. 3.2.

g) Habilidad para centrarse en el «continuum» del proceso, de manera que sus habilidades y creencias sigan su propio camino en la experiencia, con la expectativa de que algo importante se desarrollará y se llegará al cierre de la Gestalt. El terapeuta Gestalt debe tener capacidad para tolerar las confusiones y malentendidos, debe tener capacidad para confiar en el potencial intrínseco de las personas y capacidad para ver que su trabajo es una labor educativa más que una labor curativa de patologías. h) Capacidad para enfrentar y aceptar las situaciones emocionales que ocurren durante el proceso de intervención entre el terapeuta y el cliente o clientes. En esta capacidad typical se integran habilidades específicas como la habilidad para afrontar los conflictos y la ira, para enfrentar situaciones afectivas, para soportar los silencios, para tolerar las tensiones, para aceptar las críticas, and many others. i) Capacidad de presentarse de forma atractiva sin necesidad de ser carismático. Esta habilidad se refiere a que el terapeuta gestáltico debe tener una identidad propia que se encuentre madura y esté clara y que no la imponga ni sea dominante. Algunos rasgos que deben integrar la misma son: la tolerancia, la capacidad de compartir experiencias, evitar hacer proyecciones de sus propias necesidades sobre el cliente o los clientes; siendo íntegro con la valoración de sus propios principios, normas y valores y estar dispuesto a compartir experiencias.

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